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Respiratorio
Espirometría
Para ver si tienes EPOC, tu médico tendrá que evaluar cómo funcionan tus bronquios y pulmones. Para ello, se usa una máquina conocida como espirómetro, que mide la cantidad de aire que puedes respirar y la velocidad con que puedes expulsar el aire de tus pulmones.
Para realizar una espirometría, tienes que inspirar lo más profundo que puedas, y luego expulsar la mayor cantidad de aire lo más rápido posible a través de una boquilla. La máquina registra los resultados incluyendo dos mediciones muy importantes:
Capacidad Vital Forzada es el máximo volumen de aire espirado, con el máximo esfuerzo posible, partiendo de una inspiración máxima.
Es el volumen de aire que se expulsa durante el primer segundo de la respiración forzada.
Luego de hacer esta prueba de manera exitosa, el médico te hará inhalar un broncodilatador. Los broncodilatadores ayudan a dilatar la vía aérea, lo que facilita la respiración. Luego de 15 minutos repites la prueba, para ver si tus bronquios han mejorado.
Se hace la espirometría antes y después de administrar el broncodilatador para orientar al médico hacia el diagnostico de EPOC y también ayuda al diagnóstico de otras patologías pulmonares.
Luego de hacer la prueba antes y después del broncodilatador, tu médico analizará los resultados para determinar como están funcionando tus pulmones. Para ello el médico divide el VEF1 (la cantidad del aire que habías exhalado en el primer segundo de la prueba) por la CVF (la cantidad total de aire que has exhalado). Lo verás en el informe como VEF1/CVF.
Te pueden dar los resultados como porcentajes. El porcentaje es una manera de comparar los resultados de tu espirometría con los resultados de otras personas de tu misma edad, altura y peso. Es así, por ejemplo, que el médico podrá decirte que lo normal es tener más de 80%
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